lunes, 4 de octubre de 2010

Deuda y mas deuda… ¡Enloquece la Fidelidad!

LÍNEA CALIENTE

Edgar Hernández *

Deuda y mas deuda… ¡Enloquece la Fidelidad!

Bien se dice que a toda tragedia se le saca raja.

Con motivo de las inundaciones que por estos días azotan a Veracruz, el show mediático del gobierno saliente está a todo lo que da.

Con el auspicio del gobierno y en aras de dizque de juntar dinero y víveres para los damnificados, en las últimas semanas Minatitlán, Tlacotalpan y todo el sur de la entidad se han convertido en el corredor mediático de los espectáculos televisivos y gran lucimiento del gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien, cual estrella de cine, aparece a todos horas en los medios internacional, nacionales y locales ora declarando, ora posando en medio del lodazal, con su traje de corresponsal de guerra o acompañado de Laura de América, ahora llamada “Laura de Veracruz”, -“¡que pase el infeliz!”- de la cantante Yuri, de la señora de la Reguera, del modosito de Javier Alatorre, de Carlos Loret y de abominables trasmisiones por RTV en maratónicas trasmisiones viendo y escuchando a la gente que está coordinando las tareas a favor de los lastimados por las inundaciones…

Ufff…

Ya nomas falta llegue Pedro Ferriz a hacer las paces con Fidel.

Todo un espectáculo en nombre de los afectados que siguen rogando por ayuda, una ayuda que nomas no llega.

Cabalgando a la par se observan compromisos de ríos de dinero -público y privado porque los damnificados siguen damnificados-, de despensas que no se entregan o están enterradas o de plano ya se echaron a perder; cuentas bancarias sin llegar al destinatario; tómbolas, rifas, y el acopio de decenas de toneladas a alimentos que ahí están, fuera de toda organización; sin nadie que se haga responsable.

En este circo también juegan un papel importante las drogas… no en polvo, sino las carretadas de dinero que ofrecen en créditos “blandos” los bancos nacionales e internacionales a Veracruz como apetitosa carnada para ver quién es el guapo que se embarque.

Y ese es Fidel, quien ya pidió al agonizante Congreso del Estado que autorice hasta ocho mil millones de pesos para atender a los jodidos del sur, al fin que “Veracruz tiene esa capacidad de endeudamiento”, según el señor Herrera.

Me llama la atención el tan puntual como perspicaz comentario de Milenio, El Portal que en su espacio Montesquieu dice:

“El Gobierno del estado solicitó un préstamo por 8, 000 millones de pesos que seguramente obtendrá en los próximos días. Por lo que divididos entre los 50 días que le quedan a esta administración, se tendrían que gastar un promedio de 160 millones de pesos diarios. ¿Pues qué van a hacer?”.

Y sí.

Escasas siete semanas le quedan a Fidel y todo indica que está preparado… pero para quedarse.

Desde luego que hay quienes ven este asunto del show mediático y el bárbaro endeudamiento desde otro cristal.

Se afirma que Fidel está cubriendo la espalda a Javier Duarte endrogándose para que él no lo haga. Mmmm…

Sin embargo por estos días todo resulta sospechoso dado que Duarte busca el camino institucional de un presupuesto para el 2011 que rebase los cien mil millones y que el doble o mas lo aporten nuevas inversiones del empresariado nacional, internacional y local para reactivar el empleo, la economía y el bienestar familiar.

Por ello es que si de imagen se trata pues a lo mejor Fidel está en lo cierto y en lo suyo, pero si lo que busca es una solución a este pueblo, pues más vale que vaya pensando en otra entidad porque es tiempo de Javier Duarte de Ochoa.

Así lo indica la prudencia. Así lo reclama la ortodoxia política. Así lo marcan los tiempos.

Fidel, quiérase o no, está a unos días de dejar el cargo.

Es indiscutible que por más que le haga ya no puede abonar para que llegue a la Presidencia. Eso de endrogar más a su pueblo decididamente no gusta.

Como tampoco gusta el albazo de última hora que se pretende con un Congreso saliente. Huele a complicidad con los legisladores que en unos días tienen que dejar la curul.

La razón de Estado indica que se debe dejar a los nuevos diputados pluripartidistas que reflexionen y tomen su tiempo sobre ese débito de ocho mil millones de pesos que ¿sabe en cuánto tiempo terminaremos de pagar usted y yo?...

¡30 años!

Ello sin contar con el endeudamiento de 30 mil millones de pesos que arrastra la fidelidad.

Alguien tiene que parar esa locura.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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