domingo, 24 de octubre de 2010

Para desterrar la pobreza, hay que abolir la riqueza

Botín y Zapatero, lluvia de billetes
Para desterrar la pobreza, hay que abolir la riqueza
En el capitalismo, la pobreza es la cara oscura de la riqueza. No se puede erradicar la pobreza sin abolir el reconocimiento legal de la propiedad privada.
José Iglesias Fernández | Para Kaos en la Red | 23-10-2010 a las 17:07 | 504 lecturas | 6 comentarios
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Para desterrar la pobreza, hay que abolir la riqueza

José Iglesias FernándezEconomista

Liberaremos lo nuestro para poder alimentarnos, pero no pararemos hasta conseguir el derecho a existir con la dignidad que cualquier trozo de humanidad se merece. Toni Valero

1. ¿Cuál es la causa de la riqueza?, ¿cuáles  son las causas y los mecanismos que la originan?, ¿y las que la consolidan? [1]
En el capitalismo, la pobreza es la cara oscura de la riqueza. No se puede erradicar la pobreza sin abolir el reconocimiento legal de la propiedad privada. En el capitalismo, el origen de la riqueza privada consiste en el poder que tienen los capitalistas sobre el control de los recursos naturales, el conocimiento y la capacidad de obligar a las poblaciones trabajadoras a someterse a la explotación. Como explica K. Marx, la riqueza que se apropian empresarios y banqueros consiste en esa diferencia que existe entre las horas que un trabajador ha de producir para mantener a su familia y así mismo, y las que han de trabajar para un capitalista que le da un empleo asalariado.De esta división de la jornada laboral, un tiempo pagado (4 horas) [2] y un tiempo no pagado (4 horas), la plusvalía, nace la riqueza que se irá acumulando y apropiando privadamente por la clase capitalista (propietaria) a través de los tiempos. Es lo que Marx llama la explotación, explicada en su teoría del valor trabajo.[3]
Por tanto, la explotación es un mecanismo que genera permanentemente la desigualdad, ya que el capitalista la convierte en riqueza productiva, mientras que el trabajador ha de utilizar su salario para justo sobrevivir, para reproducir la fuerza de trabajo que cada día ha de vender. Por tanto, de una forma sencilla,[4] la desigualdad que se irá dando en la riqueza es el resultado de la lógica de acumulación del capitalismo, mientras que la pobreza es un indicador de la intensidad de esa desigualdad. En el Estado español, la intensidad de la pobreza depende del criterio con el cual se mide. No todos los estudiosos o asociaciones caritativas coinciden en su cuantificación. En mis cálculos sobre la pobreza,[5]en el territorio español existen unos 17 millones de personas pobres, lo que significa casi un 39% de la población total. Es decir, la crisis desde el 2007 hasta ahora, supuso un aumento generalizado de la pobreza para muchos colectivos, muchos de ellos incluso trabajando. No perdamos de vista algunas de las remuneraciones que perciben los colectivos más débiles:
Umbral de pobreza mensual 1.020 euros (2009).
Tipos de ingresos
•Salario mínimo mensual 633 euros (2010). Pobreza severa
•Salario medio mensual 1.693 euros (2008)
•Pensión media mensual 778,14 euros(mayo 2010). Por debajo del umbral de pobreza
•Jubilación 882,27 euros (mayo 2010) Por debajo del umbral de pobreza
•Viudedad 571,32 euros(mayo 2010). Pobreza severa
•Orfandad 350,28 euros (mayo 2010). Ingreso de miseria
•Prestación media por desempleo 826,6 euros (Julio 2010)
•Mileurista salario medio 788,00 euros (febrero 2010). Por debajo del umbral de pobreza
Consumidores por ingresos y colectivos
•3 millones con SMI (sustentador principal más cónyuge y un menor)
•8 millones de mileuristas (43% población ocupada)
•9 millones de pensionistas (75% de los pensionistas)
•4,6 millones de parados (20% de la población activa)
•9 millones de pobres (20% población total)
Consumidores por clases sociales
•39% clases bajo umbral de pobreza
•51% clases pudientes
•10% clases ricas
 
17 millones de pobres (38,6% población total)
En consecuencia, si tomamos como referencia la crisis actual, comprobamos como el gran capital se ha visto obligado a devaluar parte de su producción (caída del precio de la viviendas), infrautilizar parte de su capacidad productiva (sector de la construcción, automóvil y turismo), a la vez que repercute sobre el pequeño capital y, unas empresas y otras destruyen los puestos de trabajo creados en momentos de crecimiento. Por lo tanto, los pobres son un producto del capital y no algo independiente del cual es difícil saber sus causas. En una sociedad capitalista los puestos de trabajo los crea el capital; y si hay pobres, será porque el capital es incapaz de crear los puestos de trabajo y de remunerarlos por encima del umbral de pobreza.
Por tanto, el uso de la pobreza es uno de los castigos que ejerce el sistema contra las poblaciones para mantenerlas sumisas, sometidas. La riqueza es el mecanismo que utiliza el sistema para someterlas permanentemente. En el capitalismo, “el circuito de la riqueza, de las producciones materiales necesarias para la vida, la sociedad moderna de la abundancia hace que los pobres estén en peligro de morir de hambre en ella y se conviertan en miserables”.[6] Esto es cierto, la pobreza que padecen millones de personas en el mundo es una de las razones para estar en contra de este sistema, y hay que dejarlo bien explícito. Ahora bien, ha de aparecer lo mismo de claro que la pobreza es fruto de la explotación del trabajo asalariado, y que el hambre que frecuentemente origina, “es un instrumento de poder indispensable al sistema para controlar a las poblaciones”.[7]
Sin embargo la riqueza viene concentrándose en muy pocas manos, en muy pocas familias. En el Informe de economía nº 4, Hay pobres porque hay muy, muy ricos, una de las conclusionessobre la concentración de riqueza en el estado español es que el 10% de los declarantes concentra el 50% del patrimonio declarado; un selecto grupo de 20 familias y empresarios controlan cerca del 37,1% del Ibex, pese a que las acciones que poseen equivalen al 12,2% del índice. Para lograr que su poder real triplique al que, en puridad, les corresponde como accionistas, la receta es sencilla: rodearse de accionistas y consejeros afines; [8] y que el poder económico y financiero es ejercido por menos de 500 personas, las cuales controlan el bienestar social de casi 45 millones de ciudadanos. Una ratio de concentración del poder que explica el dominio que ejercen las personas ricas sobre nuestras vidas.
2. ¿Es posible reducir la pobreza sin alterar los niveles de riqueza monetaria? Si es que no: ¿no funcionan, entonces, los Estados del Bienestar?
Si, como explicamos anteriormente, la pobreza es estructural, consustancial al sistema, es decir, que se origina debido a la necesidad de acumulación privada de la riqueza, la pobreza no es posible reducirla (más que en unas décimas), y mucho menos desterrarla sin eliminar el capitalismo. Es un dato curioso, que se repite en los millones de los estudios que se realizaron desde que Thomas Robert Malthus publicó sus famoso libro Ensayos (1798), [9] y que fueron la base de las famosas Leyes de Pobres, fuertemente represoras, [10]que se legislaron para controlar estos colectivos clasificados como vagabundos, muchas veces encerrados en instituciones de caridad (hospicios, casas de corrección), que casi todos coinciden en señalar que la pobreza personal se da en torno al 18% de la población, o un 20% de la familiar. Otros estudios posteriores vienen a confirmar que la pobreza no se puede reducir en sociedades clasistas, jerárquicas, patriarcales y militaristas: Federico Engels, en su ya clásica obra La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845), describía una situación similar; y los Informes anuales del PNUDrepiten año tras año una cifra que ya es fatídica; unos 120 millones de personas se mueren anualmente debido a los cuatro jinetes del Apocalipsis moderno: hambre, pandemias, guerras, muerte. Y ya, más modestamente, podría citar mi trabajo sobre las causas de la pobreza y la desigualdad en los EE UU, en la que los datosque yo encontré en mi investigación en aquel país no son muy diferentes de lo que ocurre en el Estado español.[11]
Es decir, los estudios de la pobreza cumplen tres objetivos. Uno es permitir que los académicos y las ONGs vivan de ella; como profesionales o asociaciones, nada pueden hacer para alterar las relaciones sistémicas que generan la pobreza de unos y la riqueza que poseen los otros. Dos es que la caridad cristiana y los filántropos cuenten con pobres para poder ejercer la limosna. Tres, y el más importante, que el sistema la pueda utilizar permanentemente como mecanismo de ejercer el miedo y reprimir a las poblaciones cuando lo juzgue necesario para su propia acumulación. La persistencia de la pobreza en el tiempo, Cristo ya señalaba que pobres lo habrá siempre con vosotros, demuestra que no hay agentes sociales que puedan erradicarla; la subida de impuestos puede transferir rentas de los ricos a los pobres, pero esta política va contra la acumulación del sistema y no hay un agente social, por ahora, con poder de contestación como para que se de este transvase de riqueza.
En el capitalismo, comprobamos que el Estado cumple dos funciones: la citada de acumulación y la de legitimación/represión. El estado del bienestar es el resultadode muchas luchas sociales que, al final de la Segunda Guerra Mundial, llevaron a un pacto entre los representantes del Capital y los del Trabajo, en los que los primeros reconocían muchos de los derechos que los partidos y sindicatos socialdemócratas reivindicaban. a cambio de no cuestionar la propiedad privada ni la autoridad de los empresarios. Ahora bien, en la actualidad, uno de los objetivos más perniciosos del modelo neoliberal de acumulación de la globalización capitalista es desmantelar todos los servicios públicos, como la sanidad, la educación, las pensiones, las ayudas sociales, etc., y privatizar todas estas actividades que son fuente de grandes beneficios para los capitalistas. Se acabó ese pacto histórico. El modelo de acumulación y apropiación que inicia el capitalismo como resultado de la crisis del 2007-2008 es el de zona franca, es decir, eliminación de todos los derechos laborales, sindicales, sociales y bastantes civiles. Ninguna regulación que ampare a los trabajadores ni a la ciudadanía.
 
La crisis actual vino a potenciar, mediante los planes de ajustes, la reforma del mercado laboral (despido barato) y el anunciado pensionazo. Otros derechos, como el subsidio de paro, las ayudas familiares, etc., están siendo recortados. Desde los ‘mercados’ y las instituciones internacionales (BM; FIMI; UE, OCDE) están presionando a los gobiernos para que apliquen duramente las medidas que recomiendan, especialmente todo lo relacionado con el recorte del gasto social. Si no paramos el modelo neoliberal capitalista, el estado del bienestar está llamado a desaparecer: Viviremos una situación similar a la de los EE UU, primero, y a la de muchos países de África, después.
3. ¿Qué posibilidades y dificultades comportaría una redistribución de la riqueza en una sociedad como la nuestra?
En la actualidad, las dificultades que comportaría redistribuir la riqueza en el capitalismo son inmensas e innumerables. A la vista está que la redistribución que realizan los gobiernos es hacia la banca y las patronales, mientras recortan el gasto social. Sin capacidad para modificar las relaciones de fuerza Capital-Trabajo, ya señalé como el transvase de riqueza hacia los colectivos más empobrecidos, mediante el mecanismo fiscal o la reasignación del gasto público, repito es nulo. Incluso hemos visto como, en la Huelga general del 29S, los principales sindicatos insistían que el objetivo de la misma era cancelar la reforma laboral, pero no hacer dimitir al gobierno socialista, y menos cuestionar al capitalismo. Por tanto, las posibilidades de una redistribución de la riqueza son nulas en este momento histórico.
4.  ¿Qué posibles luchas podemos articular que nos posibiliten el cambio hacia otro modelo de sociedad?
Hay dos clases de lucha que podemos y debemos articular: una de corto plazo para frenar la política agresiva de los gobiernos contra los recortes sociales; y otra de largo plazo, para transformar la sociedad. En la primera, en otro trabajo,[12] señalaba la conveniencia de aplicar varios paquetes de medidas:
1. Servicios básicos gratis. Por experiencia todos sabemos cuáles son los servicios indispensables que cualquier familia parada (o desamparada previamente al margen del mercado de trabajo) encuentra, tanto en el hogar como para desplazarse fuera del mismo. Todos los servicios que enumeramos a continuación son secularmente considerados básicos, vitales y comunes a todo mortal.[13]Por tanto, deben ser proveídos gratuitamente, unos por las empresas privadas y otras por el Ayuntamiento o el gobierno de la Comunidad, mientras dure el desempleo de los trabajadores, o la situación de desamparo de los ciudadanos definidos como en situación de precariedad:
vGastos dentro de la vivienda: la renta en el caso de alquiler, la electricidad, el agua, el gas, y las tasas municipales (alcantarilla, recogida de basuras, impuestos a la vivienda), así como las hipotecas contraídas con los bancos y cajas, así como una ayuda alimentaria a la familia equivalente al salario mínimo mensual (unos 634 euros mensuales).
vGastos fuera de la vivienda: actividades escolares y el transporte público o privado con empresas concertadas por las entidades públicas.
vGestión y pago a cargo de: en unos servicios los Ayuntamientos, y en otros los gobiernos de las Comunidades, deben negociar, representando a los ciudadanos, la gratuidad y el tiempo de duración de estos servicios. En el caso de las hipotecas, las cajas y bancos han de negociar las moratorias correspondientes con los endeudados mientras dure el desempleo de sus clientes, pues el acceso a la compra de vivienda en régimen privado debe ser financiado por los propios compradores de este servicio enpropiedad.
2. La Renta Básica por desempleo y precariedad (RBdyp). El otro paquete, alternativo al anterior, de medidas eficaces para paliar el problema del paro y el desamparo consiste en que todos los parados, así como aquellas familias reconocidas por los Ayuntamientos en situaciones de necesidad,mientras no encuentren empleo o les ofrezcan uno similar al que tenían en la Comunidad dónde se han endeudado comprando un piso, la Administración correspondiente ha de garantizarles el pago de una RBdyp mientras duren tales situaciones. La cuantía inicial de esta Renta Básica por desempleo o precariedad podría estar en torno a los 1.267 euros mensuales por familia de tres personas (dos veces el SMI del 2010).[14]
Y en la segunda, su explicación se escapa del espacio que disponemos aquí. En otro trabajo,[15] señalo la necesidad de iniciar un proceso que, a partir de una síntesis entre municipalismo socialista y municipalismo libertario, nos lleve hacia lo que llamo la matriz comunal, lugar desde donde puede cada uno diseñar su propio modelo de sociedad comunalista/comunista.
5. Hasta ahora sólo se contempla el camino hacia arriba, la lucha contra la pobreza ha adoptado estrategias de mínimos (salario mínimo, rentas mínimas, cobertura sanitaria, pensiones mínimas) con la pretensión de hacer escalar a la población por encima de la línea de determinado umbral de consumos. ¿Se ha hecho bien? ¿Funcionará esto algún día? ¿Hay que cambiar de camino? ¿Funcionaría trazar estrategias de máximos que fijen límites por arriba? ¿Cuáles podrían ser?
Algunos colectivos, como los que participan dentro del ámbito Baladre, estamos lejos de proponer políticas para que las poblaciones vivan bien dentro del capitalismo. Aparte de que esto no podrá ser, por las razones antes expuestas, no somos partidarios de la defensa de un capitalismo humanista, ni verde, ni democrático en el sentido de que unas élites nos representen. La idea de una sociedad alternativa al capitalismo pasa por ser una sociedad anti propietarista (privada), anti jerárquica, anti clasista, anti patriarcal, y anti militarista. La lucha contra la pobreza no conduce a un cambio de sociedad, no conduce a modificar las relaciones sistémicas del capitalismo que son las que la originan. Ahora bien, repito que, en el corto plazo, hay que defender lo que queda del estado del bienestar y, en lo que podamos, mejorarlo. Por otro lado, cuando hemos visto lo que da de si el decrecimiento capitalista y la imposición de apretarse el cinturón (consumo obligatoriamente responsable), la consecuencia está a la vista: en el territorio español, el paro se disparó, por ahora, a los 4,6 millones de personas; diariamente, muchas familias son puestas en la calle por no poder pagar las hipotecas, etc. Además, pensar en establecer ‘estrategias de máximos por arriba’ nos llevaría a aliarnos con las políticas de austeridad que están recomendando los ‘mercados’ y las instituciones internacionales establecidas para la defensa del capitalismo globalizado. El fin no justifica la perversidad de estas alianzas.
6. ¿La reducción de la pobreza pasa por abordar una disminución radical de consumos en los países ricos? ¿Funcionaría el decrecimiento?
No, de ninguna manera. Aparte de que la austeridad para las poblaciones, repito que por algo será, es la política que proponen las instituciones y exegetas del capitalismo, la de reducir drásticamente el nivel de vida de las poblaciones en los países ricos, en mi último libro [16] aporto teorías y argumentos para refutar ambas propuestas. Los sujetos sociales que proponen estos planes tendrán que reflexionar con quién se alían, si con los poderosos del planeta o con los que está siendo desposeídos de los derechos históricos logrados, aparte de las bolsas de pobreza que existen en los países ricos. Además, ¿quién van a ser los sujetos sociales que le van a poner el cascabel al gato? Aparte de que el propio Serge Latouche deja bien claro que lo que intenta con la propuesta del decrecimiento es reciclar el capitalismo, no abolirlo: primero admite que “no se puede concebir una sociedad de decrecimiento sin salir del capitalismo” para después afirmar que, “esta expresión cómoda designa una evolución histórica que es cualquier cosa menos simple... La eliminación de los capitalistas, la prohibición de la propiedad privada sobre los bienes de producción, la abolición de la relación salarial o de la moneda, sumirían a la sociedad en el caos, ¿por qué? al precio de un terrorismo masivo que sin embargo no alcanzaría a destruir el imaginario mercantil. Escapar al desarrollo, a la economía y al crecimiento, no implica renunciar a todas las instituciones sociales que la economía anexó (moneda, mercados, e incluso el régimen salarial), sino “reinsertarlas” en una lógica diferente”.[17]
7. Todos los mensajes se centran estos días en el recorte del gasto, en la austeridad, pero ¿por qué no se repiten estos mensajes en los sectores que acumulan la riqueza?
Frecuentemente, nos olvidamos que los medios de comunicación (prensa, radio, televisión, etc.) son una industria que forma parte del sistema capitalista. Son empresas de capital privado que, como cualquier otro sector, su motivación fundamental es el beneficio, y su otra complementaria, es la defensa de los intereses de estos propietarios.Por tanto, los mensajes que se escuchan en los medios de comunicación (noticias, tertulias) se envían para condicionar la opinión pública, y los mensajeros (machacas de la industria) cobran sus emolumentos por hacer esta labor. Hoy sale un grupo de cien economistas defendiendo la reforma de las pensiones mientras que los informes de Taifa, como el número 4, Hay pobres porque hay muy, muy ricos, [18] no recibe ninguna atención. Tampoco nos invitan a la televisión, y menos con esa cobertura, a los cuatro economistas que salimos refutando y demostrando en un libro [19] la falsedad argumental de todos estos informes de ‘expertos’ contra el sistema público de pensiones. Los sectores ricos pueden pagar sus mensajes y sus mensajeros, creadores de miedo y terror, aparte de que son los propietarios de los medios, mientras que los mensajes, los argumentos, y las publicaciones de los grupos alternativos no encuentran espacio disponible. Como denuncia una editorial de Kaos en la red: “son la voz de quien les paga: el grupo de los 100 economistas propone un recorte brutal de las pensiones. Está a sueldo de la fundación FEDEA, dependiente de las principales empresas del IBEX, este grupo de ‘personalidades independientes’ que vuelven a avalar las políticas neoliberales contra la crisis”.[20] Y otra de Vicenç Navarro, siempre tan lúcido en este tema: “los expertos se olvidan de que existe una polarización muy fuerte de los ingresos a favor de las rentas más altas […] Si tales sectores pagaran en términos progresivos, eliminando el tope de exclusión en su gravamen, los ingresos a la Seguridad Social aumentarían considerablemente. Ahora bien, los que tienen más poder político son los primeros, en lugar de los segundos, lo cual explica que estas alternativas ni siquiera se consideren y/o aparezcan en los medios”.[21] Por tanto, debemos decir que la izquierda anticapitalista sabe porque no sale en los medios, pero tampoco lo espera, pues es consecuente con el análisis que hace de la estructura de poder dentro del capitalismo. (En la foto, vemos quien da órdenes a los gobernantes)
8. Si escuchamos los discursos de los políticos parece que las causas de la crisis son los derechos laborales de las personas trabajadoras, la mala regulación de la inmigración o el descenso del consumo ¿Son éstas las causas reales?
De ninguna manera. En el capitalismo, los políticos, como los académicos, sirven al poder y a los poderosos. Bastante de las causas reales ya las explicamos en las preguntas anteriores. Para los lectores más preocupados, yo les recomendaría un par de lecturas: Informe nº 6. Apuntes teóricos para entender la crisis. Junio 2009 y Informe nº 7. La crisis en el estado español. El rescate de los poderosos. Mayo 2010.
De todas maneras, cabe seña
http://www.rentabasica.net   José Iglesias en Kaos en la Red

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